
Una mujer de 24 años contó en Twitter que fue violada. Sus declaraciones fueron tomadas por varios medios de comunicación. Algunos de ellos -como ABC News, The Tampa Tribune y St. Petersburg Times,- mantuvieron en reserva su identidad y fotografía hasta que la víctima aprobara la difusión de esa información.
Jean Mallary Tenore, de Poynter.org, conversó con la joven atacada, quien confesó que comenzó a enviar tweets para dar cuenta de lo que le pasó y obtener consuelo de sus seguidores.»Había cierta polémica para usar su nombre por la política editorial y la rareza del caso», manifestó una redactora de St. Petersburg Times que siguió el caso. «Al final, ella nos pidió reservar su identidad y eso hicimos», sentenció.
¿Qué medidas debemos tomar los periodistas en casos similares? Jean Mallary Tenore nos presentó algunas recomendaciones:
- Que la víctima postee información en una red social no quiere decir que está autorizando a que esos datos sean utilizados para una nota periodística. «Si la víctima es más joven, el periodista debe tener aún más cuidado», indica.
- No pienses que la víctima estará bien cuando su historia sea difundida. A veces la brevedad de Twitter se traduce en cosas sin sentido. Por ello, debe ser ampliada con una entrevista. Aprovecha esa oportunidad para apoyar a tu fuente.
- Los periodistas deben considerar si la información que publicarán es relevante o no. No siempre es el caso. Deben preguntarse: ¿Se puede verificar? ¿La policía puede confirmarlo? ¿Qué interés tiene la víctima al difundirlo en redes? ¿Alguien será perjudicado?
- Se necesita seguir el caso. No es suficiente leer y republicar los mensajes difundidos en Twitter u otro espacio.
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