
Para sobrevivir solo queda huir. Eso es lo que ha hecho el caricaturista mexicano Rafael Pineda, conocido como Rapé, quien abandonó días atrás el estado de Veracruz debido a la ola de violencia, las amenazas y las inadecuadas condiciones para ejercer el periodismo.
El colaborador de Milenio, Zócalo y El Chamuco contó que tras conocer el intento de secuestro de un colega -al cual auxilió- y encontrar en su auto un letrero que decía «Calladito» optó por dejar Veracruz.
Rapé ha participado de la campaña «¡Basta de Sangre!» – “No + sangre” de Reporteros Sin Fronteras.
El intento de secuestro de un periodista, cuyo nombre y medio el caricaturista no ha querido revelar, no es un tema cerrado. Rapé y el periodista siguen investigando. México, el país más peligroso para ejercer este oficio, tiene en Veracruz una de sus zonas más complejas.
El caso ya es atendido por la Comisión Nacional de Derechos Humanos y por la organización Reporteros sin Fronteras. Rapé ha sido crítico con el polémico gobernador de Veracruz, quien no logra controlar la violencia en el estado, y para coronar su ineficiencia protagonizó un bochornoso espectáculo al pretender denunciar por terrorismo a dos tuiteros. Esto fue lo que expresó Rapé en ese momento.
En entrevista con Carmen Aristegui, Rapé cuenta lo ocurrido.











