
La cobertura en vivo de ejecuciones a condenados por homicidio en China está siendo duramente criticada por la crudeza con la que se trata.
El último viernes, informa Los Angeles Times, la televisión estatal de ese país transmitió en directo los últimos momentos de 4 narcotraficantes, quienes asesinaron a 13 pescadores en el 2011. Iban a ser inyectados con una sustancia letal, pero la cámara se alejó antes de que se les fueran suministradas. El hecho, detallan, no tiene precedentes.
«Este carnaval en CCTV fue una violación no solo de la ética, sino de las regulaciones del código penal que indican que la pena de muerte no se llevará a cabo en público«, escribió el abogado de derechos humanos Liu Xiaoyuan en un blog. El investigador de Hong Kong, para Human Rights Watch, Nicholas Bequelin, señaló que «es un paso hacia atrás en un momento en que pensábamos que China está haciendo progresos con la pena de muerte».
De acuerdo con el medio, esta demostración tiene el propósito de ilustrar el poder de China–donde se ejecutan casi 4,000 personas al año– en su territorio y el extranjero.
La emisión del programa duró dos horas, se narró la salida de los convictos de su celda hasta los exámenes que tuvieron antes de llegar a la ejecución. La audiencia, aunque sorprendida, consideró que era justo por el crimen que habían cometido.
La emisión fue cortada para colocar en su lugar una ceremonia con niños llevando ramos de flores a los investigadores que ayudaron a la captura de los narcotraficantes.
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