
«No es estoy seguro si la congresista demócrata Gabriela Giffords falleció en el tiroreo en Tucson», le habría dicho una fuente al corresponsal de AP, David Espo. Esa misma frase habría sido repetida al reportero Jacques Billeaud por otra fuente. Por ello, ninguno confirmó el deceso de Giffords.
A pesar de que un informe de NPR había anunciado la falsa muerte de la parlamentaria, ambos periodistas buscaron testimonios que corroboraran dicha información. Y cuando encontraron que sus informantes estaban dudando, no se apresuraron a contar algo. Fueron rigurosos. Por eso, cada uno fue premiado con 500 dólares.
En un memo al personal publicado por Poynter.org, el jefe de redacción Michael Oreskes felicitó a los reporteros por su escepticismo.
«El tiroteo Gifford era obviamente una historia ultra-competitiva. Yahoo! utilizó una historia de Reuters basada en NPR. The Washington Post envió una alerta por e-mail. CBS, NBC y Fox News difundieron la historia de NPR también, mientras que la CNN informó lo mismo y luego se retractó. ABC usó un titular erróneo en su sitio web. En Twitter había cientos de tweets y re-tweets«, manifestó.
El medio mantuvo la calma hasta conocer un detalle más concreto. Luego, lanzó la información correcta: Giffords estaba viva pero muy grave. El resultado: la información de primera mano rindió sus frutos.
Enlace: 10 preguntas claves antes de publicar una información en línea










