Facebook está actualmente entre las compañías más exitosas del mundo, recibiendo cada día millones de dólares en publicidad. Josh Constine, colaborador de TechCrunch, explica que la red social se apoyó en una estrategia de crecimiento progresivo antes de empezar a publicar anuncios en su plataforma.
De acuerdo con Constine, Facebook no permitía publicidad en la red social en su etapa inicial. Cuando lo hizo, años después, los anuncios se adaptaban a la derecha y no incomodaban al usuario. De este modo, poniéndole un freno a los anunciantes y a los banners llamativos, creció rápidamente a cientos de millones de usuarios.
La misma estrategia usó cuando lanzó su aplicación para el iPhone, en julio de 2008. Por casi tres años no se mostró ni un solo anuncio, permitiendo que el número de usuarios de smartphones se extendiera. La intervención de anunciantes quizás hubiera representado retraso en el crecimiento de la industria de los teléfonos celulares.
No fue sino hasta principios de 2012 que finalmente Facebook anunció que iba a comenzar a publicar anuncios en los móviles y en su plataforma web. Para entonces, un porcentaje muy alto de personas en el mundo ya estaban usando su sitio web y sus aplicaciones para smartphones. Además, el crecimiento de usuarios en sus mercados más importantes –EE.UU., Reino Unido y Canadá– se redujo al mínimo.
Sus posibilidades de perder eran pocas y era el momento preciso para comenzar a generar ingresos por publicidad.
Se espera que con Instagram, recientemente adquirida por la gran red social –y que desde hace poco permite que sus usuarios puedan etiquetar a otros en sus fotografías–, Facebook aplique la misma estrategia, cuando la plataforma de fotos termine de posicionarse totalmente.
Según Joshua Constine, el crecimiento progresivo de Instagram es un imán para los empresarios, quienes ya empiezan a mostrar el interés de anunciar su marca en la aplicación.