Las organizaciones de noticias tardan en darse cuenta de que uno de los principales problemas que enfrentan está en el mismo medio. Nos referimos a los periodistas. En algún momento, los periodistas se alejaron tanto del medio, que solo están allí para cumplir y cobrar. Sin inspiración. Sin motivación.Estos periodistas escriben historias sin alma. En tiempos en los que los medios buscan fans y seguidores en Facebook, convencidos ya de que parte de su tráfico y de su buen nombre se cultiva ( también) en los medios sociales, vale preguntarse si los periodistas son los primeros y más entusiastas fans de su organización. La respuesta es no.
Razones:
Malas remuneraciones.
Falta de incentivos (no necesariamente económicos).
Ausencia de diálogo.
Maltrato laboral.
Discrepancia con la línea editorial y con los contenidos.
Hace poco hablaba con algunos editores sobre el tema. A ellos les llamaba la atención, por ejemplo, que sus periodistas no se hayan hecho fans de la página del diario en Facebook. “Puede ser algo minúsculo, pero refleja la indiferencia hacia la organización”, dijo uno de los colegas. Coincido con él.
No es obligatorio que los periodistas sean fans de su medio en Facebook, pero… ¿no sería lo ideal? De igual forma, analizamos cómo no promocionaban sus notas en esta red social, y cómo hasta ignoraban las primicias. Identificación cero con el medio. ¿Qué está pasando?
Un reciente estudio de la agencia Oriella PR Network reveló que el 47% de periodistas utiliza Twitter como fuente de información. En Facebook, la cifra alcanza al 35%. Un grupo no determinado de estos colegas seguro usa las redes sociales para promocionar sus historias. Aportan a su medio, y construyen su marca. El resto no lo hace por miedo a llamar mucho la atención. Para no pocos, Facebook es para entretenerse, por lo que se desvinculan laboralmente y prefieren hablar de cosas divertidas. Para otros, apoyar a la empresa en la promoción de sus historias no es parte de su labor, que se vayan al carajo, que lo hagan solos.
¿Qué está pasando en las redacciones? Es una interrogante demasiado frecuente.
Y una pregunta más: ¿Por qué no podemos tener periodistas fans? Por suerte, en medio de la charla con los editores también llegó esta pregunta: ¿En qué estamos fallando?
Como en las relaciones de pareja, hay dos culpables.
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