Shealah Craighead es la fotógrafa oficial de la Casa Blanca. En un reciente artículo de Univisión, se describe así su trabajo:
«Desde finales de enero Shealah Craighead es la nueva jefa de fotógrafos de la Casa Blanca. Hasta ahora su trabajo ha sido poco visto y es menos cercano e íntimo al que nos acostumbró Pete Souza, quien tuvo acceso casi total a Barack Obama y su familia. Las distantes fotografías de Craighead están casi exclusivamente en un álbum de Facebook de la cuenta del Presidente Donald Trump y algunas sueltas en Instagram. Las cuentas de Flickr oficiales de la Casa Blanca, que estuvieron cargadas de fotos hasta el último día de la presidencia de Obama, aún no muestran ni una fotografía de la era Trump».
En efecto, la cuenta de Flickr parece olvidada.
Quartz se hace la misma pregunta y menciona que los fotógrafos de la Casa Blanca (Shealah Craighead tiene un equipo) no han tenido acceso privilegiado en relación con otros fotógrafos de la prensa. El trabajo de Pete Souza con Obama fue magnífico, pero las comparaciones son odiosas y no un indicador para calificar a Shealah Craighead.
The Verge, dice, por ejemplo, lo siguiente: La presidencia de Donald Trump no es normal, y tampoco lo es la forma en que está siendo fotografiado.
En 2013, recuerda The Verge, Obama fue criticado cuando los reporteros gráficos de medios notaron que Souza tenía un gran número de fotos de eventos y compromisos a los que no habían sido invitados. La Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca y 37 agencias de noticias enviaron una carta al entonces secretario de prensa Jay Carney que comparó el comportamiento a la de la Rusia soviética.
Lo que pasa hoy en la Casa Blanca se atribuye al caos y desorganización que ha marcado al mandato de Trump, pero quizás también tiene que ver con el carácter de Donald Trump.
De hacho, cuando Trump contrató en enero pasado a Shealah Craighead como jefa fotográfica de la Casa Blanca la orden estricta del magnate fue la de llevar consigo un taburete a todos los eventos oficiales. Parte de su vanidad. La prensa, sin fuentes identificadas, sostiene que el pedido tiene una particular razón: «que el equipo de Craighead realice las tomas fotográficas subida sobre el taburete, para hacer lucir al jefe de estado como un hombre alto y delgado».
DOCUMENTA LA HISTORIA

“Estoy completamente sobrecargada de trabajo”, le dijo Craighead a El País, medio que también se pregunta por qué no tiene tanta presencia. Y se ha negado a comentar el tema con diversos medios.
Esta es su web oficial.