Foto: NYT

Kari Dequine Harden, reportera del periódico estadounidense Times-Picayune, que pronto dejará de publicarse a diario y que ha despedido a cientos de periodistas, decidió no quedarse callada y contar lo que sucede en el medio.

“Esta sala de redacción no es saludable, por decir lo menos. Quiero desesperadamente mi trabajo hasta octubre (fecha en que acabará su contrato) porque lo amo, pero no puedo mantener mi boca cerrada y pretender que todo está bien o que no importa”, escribió Dequine a Jim Romenesko, a quien le adjuntó el correo electrónico que le envió a los ejecutivos encargados de la página web del medio, Nola.com.

En el documento, la periodista cuenta que un sábado, luego de que acabara su turno, fue a cubrir un asesinato. Al día siguiente vio que su historia no estaba en el homepage del sitio web del periódico, sino en un lugar poco visible, mientras que “un montón de cosas estúpidas” sí se podían leer en la página de inicio.

“Nuestra página web es un chiste. Publicamos noticias de último minuto, pero nadie lo sabría por el mal criterio que tienen los que eligen qué notas van en el homepage”, dijo Dequine.

La reportera aconseja a los directivos a hacer algo por el sitio, pues el “producto está sufriendo” y esto podría impactar en el respeto que tiene la comunidad a Times-Picayune y en la lectoría.

Hasta el momento, Dequine no ha obtenido una respuesta a sus reclamos.

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