Cuando trascendió el fallecimiento del actor Robin Williams, The New York Times no tenía un obituario preparado para presentar a sus lectores. La razón: No había ninguna razón para hacerlo, pues «él parecía sano, que tenía una energía ilimitada y él era mucho más joven que los que normalmente manda nuestra atención».
La editora Margalit Fox explicó en un artículo cómo elige NYT a las personalidades de las que se empezará a preparar un perfil aunque no hayan muerto aún.
Cuenta que lo más estresante es que debe intentar entrevistar al ‘pre-muerto’. Eso implica decir, por ejemplo, «Estamos actualizando el archivo biográfico» o «Esto es para su posible uso en el futuro».
«Bill McDonald, el editor de obituarios de The Times, tiene la continua tarea de asignar, aumentar y actualizar nuestro vasto almacén de avances», manifestó.
¿Cómo eligen preparar sus avances? » No hay grupo de edad fija en la que formamos a nuestros ojos, aunque sería una locura para nosotros ignorar figuras importantes en sus 80 o 90″, explica.
La «regla general», asegura, es que sean personalidades con vidas largas que han logrado lo suficiente para escribir sobre sus experiencias. También se toma en cuenta la salud de ese personaje.









