A consecuencia de la crisis que ha sufrido el sector periodístico español de 2008 a 2014, la calidad de la información que reciben los ciudadanos se ha visto reducida. Así lo refrendó también el 96,6% de encuestados por el investigador Sergio J. Valera para su tesis doctoral.
«Las drásticas reducciones de plantilla que han acometido las empresas periodísticas han influido negativamente en la calidad del producto informativo que ofrecen a la sociedad. Así lo aseguró el 96,7% de los encuestados», se concluye.

Además, el cierre de medios de comunicación a causa de la crisis, la concentración mediática y la citada pérdida de calidad han propiciado una disminución del pluralismo informativo en España.

Según el autor, otros de los efectos de la crisis «son el descrédito de la profesión periodística, el deterioro del papel tradicional del periodista, el retroceso de la función social de los medios y la desinformación y sobreabundancia informativa».
En su opinión, la crisis del sector ha tenido como resultado la quiebra total del sistema de medios español, cuya pirámide ha sufrido una reconfiguración:
- La parte alta de grandes medios de referencia se ha reducido y concentrado.
- La parte intermedia se ha estrechado considerablemente, ya que las empresas informativas de tamaño mediano son el colectivo que más miembros ha perdido.
- Y en cambio, la parte baja, que ha experimentado una significativa rotación de integrantes, ha ensanchado notablemente por la irrupción de multitud de nuevos y pequeños medios, un boom emprendedor que ha contrarrestado con creces la desaparición de componentes de este grupo. Dos factores negativos han sido los principales elementos desconfiguradores de la pirámide: el cierre de medios y el desempleo.
- Por el contrario, dos factores positivos han ayudado a moldear el ecosistema: el avance de las nuevas tecnologías y la disposición de los periodistas despedidos a crear sus propios empleos en empresas periodísticas.










