«Los ataques implacables a los medios de comunicación dañan la democracia», enfatizó Joel Simon, director ejecutivo del Comité para la Protección de los Periodistas, en una columna del diario The New York Times. En el texto hizo referencia a los comentarios que siempre hace el presidente Donald Trump, cada vez más agresivos.
En opinión de Simon, la postura de Trump parece una estrategia deliberada para disminuir la confianza del público y sembrar la confusión y la incertidumbre sobre lo que es verdadero. «Pero le hacen un daño aún mayor fuera de los Estados Unidos, donde la posición de Estados Unidos como un faro mundial de la libertad de prensa está siendo erosionada drásticamente», aseveró el directivo.
El registro de la libertad de prensa en Estados Unidos no es perfecto, pero ha tenido una enorme influencia moral cuando se habló sobre violaciones contra la prensa, anota Simon. Al menos, la administración de Obama, a través de declaraciones públicas y la diplomacia, ayudó a obtener la liberación de periodistas encarcelados en Etiopía y Vietnam, por ejemplo.
Hasta el momento el conflicto con Trump ha sido de palabras, pero «esas palabras tienen consecuencias», advierte el director del CPJ.
Existe el riesgo de que responder a las provocaciones de Trump ayude a sus objetivos, como desviar la atención pública sobre los informes en donde funcionarios de la administración impiden que se investigue su relación con Rusia.
Vía The New York Times.










