EFE

Luego de bombardear dos edificios de la prensa y herir gravemente a seis periodistas en Gaza, el Ejército de Israel “aconsejó” a los periodistas, a través de Twitter, que se alejen de las posiciones de Hamas y de los operativos.

Advice to reporters in #Gaza, just like any person in Gaza: For your own safety, stay away from #Hamas positions and operatives.

— IDF (@IDFSpokesperson) noviembre 18, 2012

“Activistas de Hamas se esconden en edificios donde muchas organizaciones de noticias están ubicadas”, escribió en otro tuit. Esta puede ser una sentencia de muerte para los periodistas que están cubriendo el ataque israelí a la franja de Gaza, que se inició el último miércoles.

Este domingo el Ejército atacó el complejo Al Shawa donde se ubican varios medios de comunicación. Seis periodistas  de la cadena de televisión Al Quds resultaron heridos. Al camarógrafo Jader Al Zahar tuvieron que amputarle una pierna. Momentos después, bombardeó otro edificio de la prensa, donde no hubo heridos.

A través de Twitter, la armada israelí intentó justificar el bombardeo escribiendo que “si los comandos de Hamas pueden comunicarse entre ellos, luego pueden atacarnos”, aunque agregó que en el bombardeo a los edificios de la prensa solo apuntaron a una antena, no al resto del inmueble.

Desde el inicio del ataque se han contado 50 muertos, entre ellos varios niños, como el bebé de 11 meses del periodista de la BBC árabe, Jihad Misharawi. El portavoz del Ministerio de Defensa palestino, Ashraf al Qidra, confirmó que esta madrugada murieron tres niños en un ataque a dos campos de refugiados.

Y si los periodistas no están en Gaza para retratar el ataque israelí, para contar las muertes de los niños, de los adultos, de los civiles inocentes, de los activistas de Hamas, ¿quién lo hará por ellos? Si se quedan, tal vez lo que se contará será su propia muerte.

Publicado por:

Elena Miranda

Periodista.

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