Hay tres elementos fundamentales que debes entender y mejorar siempre.

VEAMOS:

1. La historia. 

Descarta  la información y busca una historia para el contenido. Cuanto más conozcas del tema, más claramente deberías ser capaz de transmitírselo a todos los demás.

2. La forma de hablar.

Necesitas grabarte en video de ti mismo, esperar 48 horas a que la adrenalina disminuya, y luego verte con ojo crítico, para ver lo que estás haciendo bien, y lo que no. Así podrás desarrollar la forma en la que te puedes comunicar ante el público.

No hay magia, precisa Morgan.

3. La comunidad.

Nadie es un orador sin una audiencia, por eso tienes que crear una comunidad de personas interesadas en lo que te apasiona. Eso significa que es tu trabajo atender a tu comunidad. Piensa en: ¿Cómo puedes ayudarles? ¿Cómo puedes educarles? ¿Qué puedes desarrollar con un valor maravilloso en sus vidas y en sus personas para que quieran introducirte en su grupo, y puedas dirigirte a ellos directamente?