
En el Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer no podemos dejar de recordar los extremos niveles de violencia que enfrentan las mujeres durante el ejercicio de su labor periodística. Los asesinatos, violaciones sexuales, secuestros y amenazas son más comunes de lo que parece y es más común todavía que queden en la impunidad.
Por ello, la Federación Internacional de Periodistas (FIP), ha llamado la atención sobre los casos que se han presentado en México, Filipinas, Somalia, Rusia, Nepal e Israel.
México es un muestra de lo mal que la están pasando las periodistas. Entre 2002 y 2011 fueron asesinadas 10 mujeres periodistas y 94 denunciaron algún tipo de violencia en el ejercicio de su labor, según un informe presentado por Anabel Hernández, autora de Los señores del narco.
La organización Comunicación e Información de la Mujer (Cimac) presentó un informe en octubre que detalla que entre 2002 y 2011 se registraron 94 casos de violencia contra mujeres periodistas, de los cuales el 85.4% fueron actos “directamente ligados con el ejercicio de su profesión”.
En este país las periodistas no solo deben cuidarse del crimen organizado sino también de políticos, funcionarios públicos y de personajes influyentes.
Las protestas y revueltas también se han convertido en una amenaza para las periodistas en las zonas de conflicto. En febrero pasado, la corresponsal de CBS Lara Logan fue golpeada y ultrajada sexualmente por una multitud cuando cubría los sucesos el día de la renuncia del expresidente egipcio Hosni Mubarak. Su caso abrió, al fin, un debate serio sobre el tema como podemos ver aquí.
En Colombia, El Tiempo reporta la participación en las manifestaciones de hoy de la periodista Jineth Bedoya Lima, cuyas investigaciones han dado lugar a atentados contra su vida.
La periodista @jbedoyalima recuerda que ‘no es hora de callar’ e invita a las mujeres a denunciar #NiUnaMás twitter.com/ELTIEMPO/statu…
— EL TIEMPO (@ELTIEMPO) noviembre 25, 2012
A pesar de que ser periodista para una mujer se ha convertido en un oficio de alto riesgo en varios países, ellas siguen batallando por informar y enfrentándose a la violencia.









