La muerte de Lee Halpin, un joven periodista de 26 años que aparentemente murió de frío, ha conmocionado a toda la industria periodística.

Alex Lockwood, periodista y docente, escribió en The Guardian que está molesto con él, pues era “muy joven para dar su vida por una historia, incluso una que debía ser contada”. Sin embargo, resalta su valentía y su ambición por ser un gran profesional.

“Lee no era mi alumno, pero era un periodista intrépido que estaba decidido a abordar historias difíciles poniéndose en situaciones peligrosas y aterradoras. Ojalá hubiera sido mi estudiante, tal vez hubiéramos hablado de la falta de miedo en la cobertura de una historia”, señala Lockwood.

Lee quería contar la historia de personas que no tenían un hogar y vivían en las calles de Newcastle, Reino Unido, para lo cual dejó las comodidades y se puso en la piel de ellos. Uno de sus objetivos era ganar un contrato de un año con Channel 4, que invitó a periodistas a enviar sus videos.

“¿Dónde está el límite? ¿Cuándo un temor es bueno? ¿Cómo combinas el temor con seguridad, sabiendo que tienes que hacerte a un lado?”, reflexiona Lockwood.

“Lee era un periodista de primera línea en el comienzo de su carrera. Estoy enojado con Lee por haber muerto antes de que esa carrera se desarrollara, antes de que pudiéramos aprender de su trabajo, o invitarlo a venir e inspirar a los futuros estudiantes de periodismo”, agrega.

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