Dos periodistas, uno en Roma y otro en Nápoles, han recibido amenazas de muerte por informar sobre el funeral al estilo de Hollywood del capo Vittorio Casamonica en Roma, revela The Guardian.

La ceremonia en la Iglesia de San Juan Bosco el 21 de agosto provocó cierta indignación debido a que contó con un carruaje dorado impulsado por seis caballos, mientras una banda tocaba la música clásica de la película El Padrino. En ese mismo instante,  pétalos de rosa eran lanzados desde un helicóptero. Los medios precisan que hubo 250 coches y 600 asistentes que cubrieron un trayecto de 20 kilómetros sin ningún tipo de control.

Al día siguiente, Alessio Viscardi, un periodista de investigación del diario web Fanpage.it, estaba en Terzigno, cerca de Nápoles, cuando fue abordado por cuatro personas, que tomaron fotografías de sus documentos.

“Los atacantes llegaron en coche después de que había tomado algunas fotos de la pista de aterrizaje”, dijo Viscardi, tras agregar:  “Me detuvieron y me amenazaron de muerte”. 

Viscardi más tarde presentó una denuncia ante la policía local.

El segundo ataque se produjo al día siguiente, en Roma, e involucró a un equipo del canal de televisión pública Rai 3, entre ellos el periodista Alfonso Iuliano, su camarógrafo e ingeniero de sonido.

Los periodistas fueron detenidos y agredidos por los residentes locales, quienes trataron de impedir que filmaran.

El operador de cámara se quedó con algunos rasguños en su brazo, mientras que dos personas, relacionadas con la familia de Casamonica, fueron arrestadas y posteriormente acusadas ​​de robo después de tomar los teléfonos de los periodistas.

Ver Un video sobre la relación entre el periodismo y la mafia en Italia

POLÉMICA

Los romanos creen que las instituciones italianas sabían del fastuoso funeral del presunto capo de la mafia romana Vittorio Casamonica. Un hecho que ha criticado radiotelevisión estatal Rai. La cadena dijo que los jueces sabían que iba a celebrarse el funeral y autorizaron a algunos miembros de la familia bajo arresto domiciliario a participar en la ceremonia. Incluso señaló que la policía también estaba al corriente.

“Los romanos celebramos los funerales así. Su voluntad era que hubiera caballos en su funeral, así que llevamos caballos”, dijo el sobrino del fallecido, Marco Spinelli, que recibió permiso para ir al acto.

La única sanción hasta ahora ha sido adoptada por la aviación italiana, que ha retirado la licencia al piloto del helicóptero que lanzó pétalos de rosa en el funeral.

“¿Quién podía cerrar las puertas de la iglesia a 500 personas de los Casamonica? Si el fallecido era el jefe de la mafia, ¿por qué estaba en libertad?”, se preguntó Giancarlo Manieri, cura de la iglesia San Juan Bosco, situada en el barrio romano Tuscolano, cita Euronews.

El clan Casamonica ha sido investigado por tráfico de drogas, blanqueo de dinero y corrupción. El fallecido fue acusado de secuestro en los años 80, aunque nunca fue condenado.