El próximo mes, los personajes que supervisan el premio periodístico más destacado de Estados Unidos podrían enfrentar su decisión más difícil en al menos cuatro décadas.

La junta del Premio Pulitzer se pregunta, según Politico, si es honorable premiar a The Washington Post y a The Guardian por sus reportajes basados en documentos del gobierno filtrados por un hombre que para muchos es un traidor. La historia, sin embargo, ha sido considerada también la más importante de la década.

Edward Snowden y la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) serán tema de una intensa discusión entre los 19 miembros de la junta. El debate, cita Politico, hará recordar la histórica decisión en 1972, cuando la junta premió al New York Times por el reporte de Daniel Ellsberg sobre los papeles del Pentágono.

Edward Snowden fue elegido por los lectores de The Guardian como el Personaje del Año 2013. Se consideró su rebeldía y valor para filtrar documentos de inteligencia que demostraban el espionaje que realiza Estados Unidos en el mundo.

Hace solo unos días, el exanalista de la Agencia de Seguridad Nacional de EE.UU. alertó que la vigilancia extrema “prende fuego al futuro de Internet”.

EXISTEN MUCHOS RIESGOS 

Los riesgos son múltiples y no hay una respuesta fácil: premiar el reporte sobre la NSA particularmente en la categoría de Servicio Público sería percibido como un acto político y comprometería el prestigio del comité del Pulitzer y es de suponer que generaría un debate nacional.

También se vería, de acuerdo con los analistas,  como una decisión deliberada de negar lo obvio: ningún otro evento ha tenido un impacto tan dramático en los debates nacionales e internacionales sobre la vigilancia estatal y la privacidad individual.

LO QUE OPINA EL GREMIO

Muchos periodistas creen que las acciones de Snowden no deberían tener que ver con las consideraciones de la Junta del Pulitzer. Es el reportaje lo que está siendo premiado, no la fuente, afirman.

Para Rem Rieder, editor y columnista de Usa Today, es difícil pensar en otra historia que haya tenido tanto impacto como las revelaciones de la NSA.

Otros no saben que posición tomar. Michael Kinsley, veterano columnista político, se pregunta si hay una dudosa doble moral cuando los periodistas son retratados como héroes y sus fuentes como criminales.

Publicado por:

Lucero Chávez

Peruana. Veinteañera. Interesada en periodismo, política internacional y tecnología.

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